* EPN urgió a aplicar la Ley de la Juventud para el rescate de las nuevas generaciones que han caído en vicios y adicciones, y generar oportunidades de crecimiento social productivo para todos los jóvenes.
Ante la escalada de la deserción escolar “por falta de dinero” entre los jóvenes mexiquenses, principalmente varones, el desempleo, el aumento del alcoholismo, drogadicción y hasta de VIH entre hombres y mujeres de 12 a 29 años, el gobernador Enrique Peña Nieto urgió a acelerar los programas de impulso a la educación, el combate a las adicciones y promover el uso de medios de protección para evitar que la juventud estatal se hunda económica, física y moralmente en la desesperanza y el fracaso social, advirtió Melissa Vargas Camacho, directora general del Instituto Mexiquense de la Juventud, luego de dar a conocer los preocupantes resultados de la Primera Encuesta de Juventud del Estado de México, que se llevó a cabo en los 125 municipios de la entidad.
Estas revelaciones, dijo, han servido para elaborar la Ley de la Juventud, y también que saliera a la luz que hay jóvenes en la entidad que para su bien cuentan con el apoyo de sus familias hasta en un 86.6 por ciento, pero también, que una parte mínima es apoyada con algún tipo de becas, pero sin el respaldo de la familia, mientras que un 8.7% se sostienen a sí mismos.
La funcionaria, explicó que entre los temas que se trataron en la Primera Encuesta a nivel estatal, se encuentran los programas educativo, económico, de empleo, discriminación, adicciones, salud, relaciones interpersonales y sociales, mismos que reflejaron una realidad muy difícil para los jóvenes, y ante lo cual las autoridades estatales han reaccionado con firmeza para combatir los flagelos que amenazan a las nuevas generaciones para su desarrollo y productividad.
LAS NECESIDADES ECONÓMICAS
CAUSAN LA DESERCIÓN ESCOLAR
La escasez de dinero, según el estudio, origina que los jóvenes, principalmente varones deserten de la escuela e ingresen a labores muchas veces infrahumanas y con sueldos indignos. Los jóvenes de entre 20 y 29 años que tienen trabajo representan un 41.1%, en tanto que los que tienen algún negocio representan apenas el 14.4% por lo cual hacen un entorno del 55.5% quienes están económicamente activos. A la contra de estos, dijo Melissa Vargas, el 44.4% negaron tener un trabajo o un negocio que les genere ingresos.
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