El ser mexicano es sinónimo de fuerza, valentía, alegría,
hospitalidad, trabajo, coraje y cultura. Orgullosos siempre de nuestros
símbolos patrios, dispuestos a defender nuestra bandera, himno o escudo de todo
aquel que se atreva a mancillarlos, hoy parece ser un contraste de conceptos
perdidos en el partido de Andrés Manuel López Obrador, al colocar en señal de
triunfo la bandera de Morena en el asta del palacio municipal de
Naucalpan.
Fue el día 24 de abril,
alrededor de las 4 de la tarde, cuando militantes, simpatizantes y “acarreados”
de Morena fueron convocados en este municipio para recibir en un evento
político a su candidato a la presidencia de la república. Sin embargo, su
júbilo y algarabía fueron más allá, faltando al respeto de nuestro lábaro
patrio al colocar en su lugar la bandera de Morena.
Como
era de esperarse, este hecho causó molestia y gran indignación en diferentes
sectores de la población, al ser criticado de “irrespetuoso y burlón” para los
mexicanos. Pues la bandera, el escudo y el
himno, representan los valores y la historia de los pueblos. Los cuales,
sumados a las costumbres y tradiciones, han creando un sentido de pertenencia a
la nación y contribuyen para consolidar nuestra identidad.
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