Un fuerte terremoto de 7.2 grados en la escala de Richter, ocurrió el pasado martes en islas de Filipinas, dejando al menos 74 personas muertas.
Algunos edificios se derrumbaron, así como algunas iglesias que datan de muchos años sufrieron los estragos de este movimiento telúrico.
Durante el sismo, que generó pánico, se interrumpió la electricidad y se forzó a la evacuación de hospitales y escuelas.
Las decenas de personas que murieron fue a causa de los derrumbes de edificios y deslizamientos de tierras en la isla de Bohol, a unos 630 kilómetros al sur de la capital, según un reporte del Consejo Nacional de Gestión y Reducción de Daños en Desastres.
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