¡Viva México!
Por Edith M.P.
Hey que tal amig@s lectores, espero que se encuentren muy bien después de estas fiestas patrias, que la verdad dejaron mucho que desear allá en el Zócalo, por ahí dicen que había más acarreados que nada, ¿o me equivoco?, ustedes ya saben cómo se maneja el PRI, u otros partidos, pero en fin, de lo que les vengo a hablar hoy es de como actualmente los mexicanos ya perdimos lo esencial del festejo del 15 de Septiembre, antes era muy común que toda la familia se reuniera para ver como el presidente daba el grito y posteriormente cenar, pero les hablo de cuando las familias eran enormes, compuesta por 10 a 15 miembros o más dependiendo el caso, y me supongo que a ustedes también les tocó esa época, ¿Apoco no era muy padre?, salir con los primos a “tronar” cuetes o luces de bengala, comer todos los platillos típicos que preparaba la tía o la abuelita, bueno pues todo eso tristemente se ha venido perdiendo con el paso de los años, ahora algunos prefieren pasarlo en casa con sus integrantes y festejarlo a su manera, o bien los hijos de fiesta con los amigos o novios y los papás en casa pasándolo como un día cualquiera, y esto a veces no sólo ocurre en Septiembre, sino que dicho caso aplica en Diciembre, que es normalmente donde se abusa más del alcohol y velocidad y suceden accidentes fatales. Sé que estamos jóvenes y no pretendo ser como la terapeuta, pero hay que ser razonables en que hay momento para todo y sobre todo dejar de pretender tener unos padres alivianados que nos dejen hacer de todo, porque al final llega un punto en el que han probado de todo en la vida y cuando al alcanzar una edad adulta o llegar a ser padres, ya nada les satisface; así que padres e hijos dedíquense tiempo mutuamente, tal vez año con año esto se festeje de maneras diferentes, pero lo que importa es la calidad con la que la familia se lleve en armonía y amor.
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