Por Edith M.P.
La cuesta de enero como cada año, se ve reflejada en los hogares de la ciudadanía mexicana.
Esto luego de disfrutar el mes de diciembre donde se celebran las fiestas de Navidad y la llegada del Año Nuevo en donde se realizan compras para las cenas correspondientes y los regalos que no pueden faltar.
Sin embargo, al inicio del primer mes del año, la cuesta es muy difícil al encontrarse con el alza en precios de alimentos, diversos artículos y servicios.
Ante esto, mucha gente recurre a las casas de empeño como salida para apoyarse con algunos centavos para llegar a la tan soñada primera quincena de enero.
Mas este no es un año común y corriente, entramos con marcadores negativos como los bajos precios en el petróleo, rubro que representa la principal fuente de ingresos para el país, el peso deplorablemente bajo al tipo de cambio de alrededor de 15 pesos por dólar, y luego un año de elecciones donde van a echar la casa por la ventana.
Estos hechos van a determinar un bajo consumo y el ir de manera cautelosa en los gastos de las familias mexicanas, se recomienda tratar de eliminar gastos no indispensables, y esperaríamos que las medidas de restricción en el gasto corriente puedan funcionar y como una utopía que la clase política se ajuste el cinturón y esto no sea únicamente para los ciudadanos de a pie.
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